Ahora podrán fabricarse genes a la carta, con el uso de una novedosa impresora de ADN artificial.Este dispositivo, promete revolucionar el mundo, además de acelerar y abaratar costos.
El novedoso equipo, fue desarrollado por científicos estadounidenses. La impresora en cuestión, es capaz de crear secuencias de ADN. La misma promete ser más rápida, barata y precisa que las metodologías químicas usadas hasta ahora en laboratorios de todo el mundo.
Este avance, ha sido revelado en diversos medios, mostrando esta eficaz herramienta de síntesis de ADN, Es importante resaltar que la misma utiliza las enzimas, por lo que próximamente podría producirse largas hebras de ADN.
La investigación, es la respuesta a tantos ruegos de los expertos que laboran incansablemente en diversos campos. Ya que esto supone adelantos en materia de biología sintética. A través de ella, se investiga, la creación de microorganismos artificiales con fines prácticos.
Será utilizada en diversas áreas de investigación
De modo que contar con un sistema capaz de agilizar la síntesis de ADN, es altamente positivo. Por ello, investigadores y bioingenieros, encontrarán grandes apoyos en esta impresora.
Los expertos, podrán poner en práctica y a prueba, sus experimentos con mayor rapidez. Adicional a ello, dar continuidad y efectividad a pruebas científicas de gran relevancia.
Según uno de los creadores de la impresora Dan Arlow, su equipo se especializa en el diseño e introducción de genes. Se espera con ellos, la obtención de productos interesantes. Vale destacar que dicha tecnología, podría ser aplicada en la creación de medicamentos, combustibles o compuestos químicos. Así mismo, se convierte en una excelente alternativa para formular investigaciones para el desarrollo de curas de muchas enfermedades.
Es necesario resaltar que la síntesis de ADN, sólo se efectuaba según la técnica de Marvin Caruthers. Este procedimiento creado en 1981, utilizaba la química orgánica para unir bloques de ADN. Esta forma de crear ADN presentaba limitaciones, una de ellas, el límite de 200 bases generando residuos tóxicos.