Si te cansa el tener que gastar muy a menudo en vajillas nuevas te traemos unos prácticos tips para cuidar las vajillas y hacer que perduren a través de los años.
Puede parecer una tarea fácil lavar un plato o una taza. Pero, con el paso del tiempo y debido al uso diario, nuestra vajilla puede sufrir algunas mutaciones, cambios de color, manchas, rayones oscuros, falta de brillo.
Afortunadamente hay ciertos trucos fáciles que evitarán que pases vergüenzas cuando tengas invitados a comer; o también para estar conforme y feliz con las cosas de tu casa.
Uno de ellos consiste en ponerla a remojar en agua con jabón en caso de tener restos de comida, y así de esta manera facilitar el lavado. Frotar la loza con una esponja suave para no dañar su esmalte, en agua tibia y con detergente líquido. Dato importante: el detergente en polvo puede resultar abrasivo para algunas piezas, sobre todo si son antiguas o ya están un poco desgastadas.
Tras quitarles la suciedad, enjuaga cada pieza de tu vajilla con agua fría; y dejala escurrir hasta que seque naturalmente.
En caso de que quieras acelerar el secado, pasá un trapo suave de microfibra, para no soltar pelusa.
Si tenés lavavajillas, colocá los objetos a una distancia considerable que no les permita golpearse entre sí.
Utiliza poco detergente y el ciclo de lavado adecuado. Luego de culminar, abrí la puerta del lavavajillas para que salga el vapor y dejá secar los platos al aire.
Más allá de la limpieza
Otro de los tips para cuidar las vajillas radica en la forma de guardarlas, allí es donde suelen cometerse la mayoría de los errores que terminan por dañarla.
Muchas personas asignan un gabinete de su cocina para apilar un plato sobre otro; y para juntar las tazas al lado de vasos, o lo que primero quepa. Este continuo roce de una pieza con otra aumenta las posibilidades de fracturas o peladuras; y en general, causa daños que afectan el aspecto del plato, e incluso su funcionalidad.
¿Cómo evitarlo? Reciclá cartones o papel plástico de bolitas y cortá cuadrados, para poner uno entre cada plato.
También podés usar filtros de café, o bolsas plásticas. La idea es no permitir el contacto directo entre las piezas.
Para guardar adecuadamente tu vajilla, lo más recomendable es que pongas en un solo gabinete los platos, y en otro lugar todas las tazas y mugs.
Hay que tener en cuenta también el daño que se hace al usar los cubiertos con los platos.
Para eliminar esas molestas líneas, podés mojar la punta de un paño suave en agua y luego hundirla en bicarbonato. Una vez hecho esto hay que frotar el objeto suavemente, y luego lavar la pieza como siempre.
Con información del portal especializado: Moderno Bazar