Una de las premiaciones más recordadas de los premios Oscar fue sin dudas la última edición en la que …, el presentador se equivocó al mencionar La la land como la ganadora del máximo galardón y cuando ya todo era festejo, tuvo que volver sobre sus palabras (quizás un deseo contenido) y anunciar al verdadero ganador: Moonlight.
Sinceramente, si no hubiesen enmendado el error (más allá del papelón a nivel mundial que representó aquella situación) tampoco hubiese habido demasiadas quejas.
Moonlight cuenta la historia de dos jóvenes afroamericanos que se conocen en la escuela. Refleja el drama de dos destinos desencontrados. Un lazo profundo entre ellos, una pelea que los marca de por vida y un reencuentro en el que recapitulan poniéndose al día.
Una trama muy emotiva y sentimental que se pone en los zapatos de una colectividad muy postergada en su país encarnándolo en la sufrida historia de Chiron (niño: Alex Hibbert, adolescente: Ashton Sanders, adulto: Trevante Rhodes) y Kevin (niño: Jaden Piner, adolescente: Jharrel Jerome, adulto: André Holland).
Si me preguntan por qué considero que nadie se hubiese molestado si la ganadora del Oscar a “Mejor película” hubiese sido La la land, es porque lo emotivo de la trama no tiene un cierre acorde al sufrimiento de los protagonistas.
Si es destacable que es una de las primeras películas que aborda la temática LGBT y, por otra parte, es la de segundo menor presupuesto dentro de las nominadas al Oscar en el rubro Mejor Película.
Importante decir que está basada en la obra teatral In Moonlight Black Boys Look Blue escrita por Tarell Alvin McCraney.
Foto: clarin.com