La noche del 23 de octubre de 2024 será recordada como un hito en la historia de los conciertos en Argentina.
Paul McCartney, el legendario exmiembro de The Beatles, ofreció un espectáculo imponente en el Estadio Mario Alberto Kempes de Córdoba, marcando el cierre de su gira en el país sudamericano.
A sus 82 años, McCartney demostró que sigue siendo un ícono indiscutido de la música, con una vitalidad y energía que sorprendieron a los miles de fanáticos que se dieron cita para disfrutar de una noche única.
Paul McCartney, setlist para la historia
Desde que se anunciaron las fechas de su gira en Argentina, la expectativa fue en aumento, y el público de Córdoba no fue la excepción.
Los fanáticos no solo llegaron de la ciudad, sino también de distintas provincias y países vecinos, dispuestos a vivir un momento histórico.
El concierto arrancó con “Can’t Buy Me Love”, uno de los himnos más emblemáticos de The Beatles, que de inmediato encendió al público.
A lo largo de la noche, McCartney deleitó a los asistentes con un setlist que combinó éxitos de todas sus épocas: desde su etapa con The Beatles hasta su carrera en solitario y su paso por Wings.
Canciones como “Hey Jude”, “Let It Be” y “Live and Let Die” resonaron en el estadio, generando una atmósfera de euforia y nostalgia que envolvió a todos los presentes.
El espectáculo incluyó más de 30 canciones y, fiel a su estilo, McCartney interactuó constantemente con el público, compartiendo anécdotas y reflexiones que hicieron de la velada un evento íntimo y cercano, a pesar de la multitud.
Despliegue visual y sonoro imponente
Además de la música, el show de McCartney se destacó por su producción visual. Las pantallas gigantes y los efectos de luces se sincronizaron perfectamente con cada tema, ofreciendo una experiencia multisensorial.
El momento cumbre llegó con “Live and Let Die”, cuando un espectáculo de fuegos artificiales iluminó el cielo cordobés, dejando a todos los asistentes boquiabiertos.
La combinación de música, luces y pirotecnia hizo que el cierre del show fuera épico.
El sonido también estuvo a la altura de las expectativas, con una calidad impecable que permitió que cada acorde y cada nota de la voz de McCartney llegaran con nitidez a cada rincón del estadio.
A pesar de los años, la voz del músico británico sigue siendo inconfundible, y su capacidad para conectar con el público es un talento que parece intacto.
El cariño del público argentino
Argentina siempre ha sido un país especial para Paul McCartney, y eso quedó más que claro en este concierto.
Durante toda la noche, el público coreó cada canción, acompañó los movimientos del artista y mostró su cariño de forma incondicional.
En más de una ocasión, McCartney expresó su agradecimiento en español, recibiendo una ovación en respuesta.
La relación entre McCartney y sus fans argentinos se ha consolidado a lo largo de los años, y este show fue la prueba de que esa conexión sigue tan fuerte como siempre.
La emoción del público al escuchar los clásicos de The Beatles y los temas de su carrera en solitario se percibió en cada canción, con miles de personas cantando al unísono.
Un legado que trasciende generaciones
Padres e hijos, amigos y parejas, todos disfrutaron de una velada que trascendió edades y que unió a distintas generaciones bajo el mismo sentimiento de admiración por McCartney y su legado musical.
La despedida de Paul McCartney de los escenarios argentinos fue emotiva, con el músico prometiendo volver pronto.
«Hasta la próxima», dijo al finalizar el concierto, dejando la puerta abierta para un posible regreso.
Las lágrimas y las sonrisas entre el público reflejaban el agradecimiento y la emoción por haber sido parte de un evento que, sin duda, quedará grabado en la memoria de todos los presentes.
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