Natalia Vargas murió al caer al vacío en la zona del cerro San Javier, ocho kilómetros al oeste de la capital tucumana tras falla del piloto
Desde la empresa «Loma Bola Parapente» admitieron este martes que hubo «una falla grave en el procedimiento del piloto» en el accidente que le costó la vida a Natalia Vargas, la joven médica que murió al caer al vacío de un parapente en la zona del cerro San Javier, ocho kilómetros al oeste de la capital tucumana.
El responsable de la firma, Sergio Bujazha, reconoció que la víctima viajó colgada ya que no tenía ajustadas las «perneras», un elemento de seguridad que garantiza que el segundo pasajero permanezca sostenido en la silla del parapente mientras este es maniobrado por el piloto.
En este sentido, el empresario confesó que hubo negligencia en el procedimiento por parte del instructor Ariel Salazar.
Se conoció que el caso ya se encuentra en manos de la justicia, que está analizando los videos que registraron los momentos previos al accidente.
«Todavía estamos en una etapa investigativa, pero los elementos preliminares, apuntan a una falla grave en el procedimiento. Ella queda colgada, agarrada un poco de sus axilas. Natalia Vargas estuvo colgada esos cuatro minutos y Ariel, al parecer, trató de sostenerla desesperadamente, por los movimientos extraños que veíamos», explicó Sergio Bujazha.
Bujazh aclaró que «la empresa lleva realizados 50 mil vuelos en 20 años y nunca ha habido ni una persona lastimada». Y en cuanto al instructor Ariel Salazar, Bujazh indicó que se encuentra en una crisis muy grande y no ha podido hacer declaraciones de ningún tipo»
Natalia Vargas tenía 28 años, era médica y se encontraba realizando la residencia de su carrera en Alemania, donde trabajaba para especializarse en nefrología. Había llegado a Tucumán para pasar las Fiestas con su familia, oriunda de la ciudad de Concepción.