La mielitis aguda está causando estragos en la población, y cada vez aparecen más casos con diagnóstico en EEUU principalmente.
La polio o poliomielitis es una enfermedad muy contagiosa que afecta principalmente a los niños. El virus se transmite de persona a persona generalmente por vía fecal-oral, o a través del agua o alimentos contaminados, pero en menor medida. La enfermedad se multiplica en el intestino desde donde invade el sistema nervioso y puede causar parálisis.
Actualmente, hay preocupación por el aumento de casos de un padecimiento que provoca debilidad o parálisis en brazos y piernas, afectando también a los niños principalmente. Su nombre es mielitis aguda, y es una enfermedad similar al polio. La parálisis que produce se debe a la presencia de un virus, toxinas ambientales o trastornos genéticos.
Según las estadísticas, se han reportado unos 362 casos de este tipo de mielitis aguda entre 2014 y 2018. Entre los meses de enero y septiembre de este año, se han registrado 38 casos confirmados en 16 estados de Estados Unidos. Los últimos 6 casos se han detectado en el centro y noroeste del estado de Minnesota en menores de 10 años.
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La enfermedad de la mielitis aguda afecta principalmente a los niños en su sistema nervioso, específicamente en la médula espinal. La mielitis flácida aguda no tiene una causa específica, pero en los casos que se han diagnosticado, se ha detectado con mayor frecuencia como complicaciones en infecciones por poliovirus, adenovirus, enterovirus y el virus del Nilo Occidental.
No hay tratamiento para la mielitis aguda
Hasta el momento no existe una cura o vacuna para el tratamiento de este padecimiento, por lo que las autoridades sanitarias recomiendan tratar de prevenirlo con las vacunas al día y usar medidas para evitar la picadura de mosquitos, ya que se cree que estos podrían ser transmisores del virus del Nilo Occidental.
Aunque las causas sin desconocidas y como se dijo anteriormente, los factores ambientales y genéticos podrían jugar un papel, la mielitis aguda puede desarrollarse a partir de una infección viral, por lo que se recomienda seguir los pasos habituales para prevenir enfermedades y mantenerse saludable. Además de las vacunas, lavarse las manos con frecuencia, taparse la boca al estornudar o toser y quedarse en reposo cuando se está mal.
En ese caso, es responsabilidad de los padres cuidar la salud de los niños, por ser la población a la que mayormente ataca la enfermedad.