Son $ 1.000 millones que recibían de manera automática para financiar servicios de salud. En la primera etapa el Gobierno los reducirá a la mitad y en 2019 buscan eliminarlos por completo. Se da en medio de la pelea por las paritarias y la reforma laboral
Aquella foto de Mauricio Macri, anunciando junto a los jefes sindicales la devolución de los 30 mil millones del fondo de las obras sociales que les había retenido el kirchnerismo, fue hace un año y medio atrás, pero parece de otra década. La relación entre el Gobierno y la CGT cambió demasiado en este tiempo y la frustrada reforma laboral que impulsó el oficialismo terminó por tensarla. Pero la novela en las próximas horas sumará un nuevo capítulo. Es que, en pleno enfrentamiento con algunos líderes gremiales, la Casa Rosada ultima detalles de un plan para quitarles una caja millonaria. Se trata del Subsidio de Mitigación de Asimetrías (SUMA), que complementa la financiación de las obras sociales mediante la distribución automática de fondos.
¿Qué contempla ese subsidio del Gobierno a los sindicatos?
El subsidio, instaurado por Cristina Kirchner, contempla el giro automático de fondos desde el Estado nacional a las obras sociales. Actualmente, según estimaciones oficiales, son unos 950 millones de pesos, que surgen del 5% de lo recaudado en concepto de Aportes y Contribuciones que van al Fondo Solidario de Redistribución, destinado a las obras sociales. La decisión del Gobierno, según confirmaron altas fuentes oficiales es eliminar el SUMA «en un corto plazo», aunque en una primera etapa, que se anunciaría esta semana, sólo avanzaría con el recorte a la mitad. «Es un subsidio que no tiene demasiada justificación. No tiene sentido darles tantos fondos a gremios ricos», indican.
Sucede que la distribución de esos fondos se determina según el tamaño del gremio: el 20% se divide en partes iguales entre las obras sociales con más de 5.000 afiliados. Mientras que el 80 % restante va en forma proporcional al número de afiliados, de manera tal que se asegure que las obras sociales con menos de ese número de beneficiarios reciban un importe promedio. Es decir, además ampara a las más pequeñas. En el Gobierno, no obstante, aclaran que «a las más chicas se las va a seguir asistiendo de otra manera, no se las va a desfinanciar».
Con estas medidas Gobierno busca optimizar recursos
De igual manera, la intención oficial es que se fusionen -o al menos compartan recursos- las obras sociales de sindicatos más pequeños, en línea con el mensaje que dio Macri meses atrás, cuando se quejó que «no puede ser que haya más de tres mil sindicatos».
En efecto, en el Gobierno sostienen que el plan busca optimizar los recursos en materia de salud en un escenario de urgencia económica.
Pero, más allá de las cuestiones técnicas, tiene varios condimentos políticos. No sólo por el momento en el que el Gobierno decide avanzar con esa caja, sino por el redireccionamiento que le dará a esos fondos: estarán destinados a ampliar la cobertura de jubilados y de monotributistas, adelantaron en Casa Rosada.