La Secretaria de Salud presentó un importante informe sobre los estragos que ocasionan las afecciones del corazón
8 personas fallecen cada hora en Argentina a consecuencia de una afección del corazón. Esto se traduce en 72.916 muertes al año por la misma causa.
Especialistas sostienen que tales cifras causan preocupación por lo que instan a la población a hacer cambios en su rutina. Las cifras fueron dadas a conocer en el marco de la conmemoración del Día Mundial del Corazón. Cada 29 de septiembre, en al menos 100 países se celebra este dia en especial.
Diversas organizaciones toman esta ocasión como propicia para impulsar campañas en aras de la prevención. Esto con el objetivo de orientar a la población en función de mantener un corazón sano y fuerte. Especialistas sostienen que la clave está en minimizar los factores de riesgo para evitar el desarrollo de patologías.
Enfatizan que la obesidad, el tabaquismo, la hipertensión, la vida sedentaria y la diabetes, pueden desencadenar daños al corazón. En tal sentido advierten que las organizaciones tienen el papel de crear conciencia ciudadana sobre los peligros latentes.
Para minimizar factores de riesgo
Según la información suministrada por voceros de la Sociedad de Cardiología, las muertes anuales por afección cardiaca rondan el 22,1 %. El Cardiólogo Anibal Damonte explica que los cambios de hábitos son una medida eficaz para pevenir enfermedades del corazón.
Explica que es prioridad acudir al chequeo médico al menos dos veces al año. Afirma que consumir alimentos bajos en grasas, frutas y vegetales y el ejercicio físico son de grana ayuda.
Dormir 8 horas, evitar la obesidad, el estrés, no fumar ni consumir alcohol, son otras formas de proteger el corazón. Detalló además que el número de muertes persiste desde el 2016. Por tanto sostiene que deben ponerse en marcha programas más eficientes de salud.
El objetivo fundamental en estas fechas es empoderar a la población en relación al cuidado de su salud. Gran porcentaje de las patologías cardiacas pudieron evitarse si los pacientes cambiaran sus hábitos. De modo que la salud del corazón depende del apoyo de las organizaciones y de las personas interesadas en proteger su salud y su vida.