Diego Schwartzman alcanzó los octavos de final de un Grand Slapor primera vez, hace unos días en el US Open 2017. Había vencido ni más ni menos que a Marin Cilic, quinto preclasificado y máximo favorito en el cuadro inferior del torneo.
Pero el Peque supera sus propios límites año a año. En la mejor temporada de su carrera, derrotó al talentoso francés Lucas Pouille por 7-6 (7-3), 7-5, 2-6 y 6-2 y ahora está en los cuartos de final.
A pesar de tener su aductor vendado desde el 2-5 del tercer set, Diego fue un guerrero y el público, que se encariñó con él, lo ovacionó de pie. Ganó en dos horas y 35 minutos.
Su próximo rival será el español Pablo Carreño Busta , quien venció al talentoso canadiense de 18 años Denis Shapovalov por 7-6 (7-2), 7-6 (7-4) y 7-6 (7-3)- .
Pero ni siquiera se permitió festejar luego de la doble falta de Pouille que le dio el partido. Es que a Schwartzman le preocupan los dolores en su pierna y deberá recuperarse en 48 horas para medirse con el 12do. cabeza de serie.
Luego del partido, con el cuerpo más frío, indicó que no habría compromiso muscular en el aductor y que sólo se trataría de una contractura.
Suele escuchar las entrevistas de Rafael Nadal porque dice que aprende mucho de sus comentarios. Cuenta que intenta poner en práctica lo que escuchó de grandes jugadores que, a pesar de perder un set, mantienen la calma y remontan los partidos . «Siempre uno cree que Nadal o Federer van a dar vuelta el partido. Si logran dar esa imagen son un montón las cosas que uno puede intentar copiar dentro de la cancha», analiza.
Sobre su contractura y si podría afectar su participación en el repechaje de la Copa Davis ante Kazakhstán, aseguró: «Voy a pensar, primero, en los cuartos de final y después en la Davis».