Daniel Orsanic está por cumplir tres años como capitán argentino de la Copa Davis. Para formar el equipo que en pocos días, del 15 al 17 de septiembre en Astana, intentará vencer a Kazakhstán para mantener su lugar en la élite, tuvo diversos obstáculos.
Probablemente padeció más dificultades que en las ocho series que hasta aquí debió enfrentar (tres en 2015, cuatro en 2016 y una este año). Las ausencias de Juan Martín del Potro, Leonardo Mayer, Federico Delbonis, Horacio Zeballos y Carlos Berlocq, todas por distintas razones, le plantearon todo un desafío al ex doblista y al subcapitán, Mariano Hood.
«Estamos lidiando con distintas decisiones, decisiones de los jugadores que apoyamos y que respetamos, de jugadores que nos dieron todo, pero que ahora no los tenemos. En cada serie hay que lidiar con diferentes situaciones».
Comenta que una vez que eligieron el equipo le invadió una sensación de tranquilidad. Los cuatro tenistas que viajarán a Kazakhstán son Diego Schwartzman, Guido Pella, Machi González y Andrés Molteni (los dos últimos, debutantes en la competencia).
Sobre Schwartzman dice: Diego está en su mejor momento, está jugando muy bien al tenis y con mucha confianza. Está con mucho deseo de jugar bien la Copa Davis, es un desafío, es algo que lo llena de ilusión. Admiro muchísimo su evolución y la manera de competir que tiene. Cada uno tiene su proceso de evolución.
Desde que volvió a jugar en el Grupo Mundial en 2002, Argentina nunca descendió a la zona continental. Acerca de la preparación, el capitán Orsanic dice que «no creo que haya que poner el foco en lo que puede pasar si se pierde. En la final ante Croacia a los jugadores les intentamos transmitir la mayor tranquilidad posible y buscamos que se sintieran cómodos. Buscaremos generar el mismo ambiente. Hay que aislarse de la instancia y lograr que los jugadores se sientan cómodos».