Cuando se tiene un sitio en Internet, es importante conocer los riesgos a los que estamos expuestos. Uno de ellos es el ataque distribuido de denegación de servicio (ataque DDoS, por sus siglas en inglés). Este no es más que un atacante que sobrecarga su objetivo con tráfico de Internet no deseado a fin de que el tráfico normal no llegue al destino previsto.
Un ataque DDoS no solo puede aplicarse a sitios web, sino también a aplicaciones web, API y redes de una empresa o a la infraestructura de un centro de datos. Todo ello con el propósito de provocar la interrupción de la actividad e impedir que usuarios legítimos ingresen a la web, compren productos, utilicen un servicio, reciban información o accedan de cualquier otro modo.
¿Qué es el ataque DDoS?
La sigla DDoS significa Distributed Denial of Service, la cual se traduce al español como Denegación de Servicio Distribuida. Lo cierto es que el ataque DDoS no es más que una acción maliciosa que tiene como objetivo eliminar un sitio web.
Cuando cada usuario visita un sitio web, solicita una parte del servidor, cuando la cantidad de solicitudes al mismo tiempo es muy alta, el sitio puede experimentar lentitud o incluso “bloquearse”. Por lo tanto, un ataque DDoS es un conjunto de ataques DoS; es decir, varias computadoras o servidores son utilizados de forma coordinada para sobrecargar un sistema y desactivarlo.
Con este ataque, el sitio no está disponible para cualquier usuario que desee ingresar. Y aunque no afecta de manera directa la estructura del sitio, se traduce en pérdidas financieras para las empresas, ya que con una caída en las ventas, también se genera insatisfacción en la audiencia.
¿Cómo funciona un ataque DDoS?
Los ataques DDoS aprovechan las redes de dispositivos conectados a Internet para bloquear el acceso de los usuarios a un servidor o recurso de red, como un sitio web o una aplicación a la que acceden con frecuencia.
Para que se produzca un ataque de este tipo, se requiere la cooperación de varios atacantes; es decir, un gran número de computadoras, smartphone o servidores que funcionen de forma sincronizada. Usualmente estos ataques son llevados a cabo por hackers informáticos. Además, es común que ocurra en grandes fechas comerciales, como por ejemplo, cuando las empresas esperan un aumento en el flujo de visitantes y compras.
Aunque se trate de un ataque masivo, un solo hacker puede organizarlo al controlar otras computadoras mediante malwares, que simulan una red y se enfocan en un objetivo enviando instrucciones coordinadas.
Tipos de ataques DDoS
Son muchos los tipos de ataques DDoS que existen. Cada uno de ellos, se utilizan con el propósito de causar estragos en sitios web. Los ataques DDos se dividen en tres amplias categorías, que dependen de hacia dónde se dirige el ataque:
- Ataques por volumen: Este tipo de ataques DDoS aprovecha los volúmenes. También se les conoce como “inundaciones”. Este es el tipo más básico y la definición en sí misma de un ataque DDoS.
- Ataques de protocolo: Este tipo de ataques se centran en enviar olas de bots a protocolos específicos; por ejemplo, balanceadores de carga, cortafuegos o los servidores de internet que componen los recursos de la red que intentan derribar.
- Ataques a las aplicaciones: Considerado como el ataque más serio y sofisticado. Estos ataques se dirigen hacia las aplicaciones de internet mediante el aprovechamiento de las vulnerabilidades de estas. También se les llama “Ataques de la capa 7”, pero necesitan mucha menos fuerza bruta porque se centran en los puntos débiles de los servidores atacados.
¿Cómo protegerse contra ataques DDoS?
Los ataques DDoS son difíciles de identificar. Sin embargo, existen diferentes estrategias y métodos para protegerse contra ataques malintencionados de los hackers informáticos. Pero lo ideal es siempre estar alerta y realizar tareas de mantenimiento.
Un método eficaz de protección contra un ataque DDoS se puede realizar a través del control de tráfico y con análisis de cortafuegos o sistemas de detección de intrusión. Los administradores de sistemas pueden programar alertas de actividad de tráfico anómalo, como por ejemplo un volumen anormalmente alto de tráfico de datos o caídas de paquetes de la red.
Pero en la actualidad, los ataques DDoS han evolucionado siendo más grandes y sofisticados, por lo que resolverlos resulta casi imposible. En ese caso, es recomendable llamar a su proveedor de Internet (ISP) o a un experto en anulación de DDoS para anular o eliminar por completo la amenaza. Para ganar tiempo puede intentar ciertas acciones, como:
- Aumentar el suministro del ancho de banda para poder soportar sobretensiones repentinas del tráfico de datos.
- Defender el perímetro de la red de su propio servidor para mitigar los efectos de un ataque DDoS.
- Limitar la velocidad de su router ayuda a prevenir la sobrecarga de su servidor de internet.
- Introducir filtros ayuda a su router a identificar fuentes de ataque obvias.
- Crear tiempos de espera (timeouts) más agresivos para las conexiones inacabadas.
- Descartar paquetes de datos malformados y falsos.
Finalmente, todo dependerá del tipo de ataque que se produzca. Pero si desea un método más eficaz en cuanto a la protección contra estos ataques, CertiSur puede brindarle una atención de calidad ya que esta empresa es experta en el manejo de la seguridad digital.