Aunque es alarmante pensar que 70 de cada cien chicos con edades comprendidas entre los 2 y 4 años de edad es víctima de abuso, la Unicef revela que la cifra en Argentina se encuentra por debajo del promedio mundial.
Víctimas de malos tratos o de violencia física o psicológica, muchos niños de estas edades mencionadas desconocen los que les ocurre, mientras que otros son muy conscientes de las consecuencias de sus acciones, así expresa el estudio elaborado por el Fondo de Naciones Unidas para la Infancia Unicef, que fue presentado en La Nación.
Según los expertos, a los 3 años de edad los chicos ya tienen noción de sus acciones, al realizar actos que estén en contra de las reglas de casa, reciben un castigo ya sea verbal o algún tipo de maltrato que incluye la violencia.
Se pudo conocer que estos aspectos han sido detallados en el estudio de Unicef «Una Situación Habitual, Violencia en la Vida de los Niños y los Adolescentes».
En este proyecto documentado, se pone de manifiesto que en Argentina los padres y familiares cercanos aplican métodos agresivos para cambiar la conducta de los pequeños, por lo que incluyen gritos, golpes, empujones e insultos, de los cuales son víctimas 7 de cada de cada diez pequeños, lo que resulta en un 70% de chicos agredidos.
Resalta que los datos fueron obtenidos a través de encuestas aplicadas en 190 pases sobre las condiciones de vida de los niños, en el caso de Argentina se contó con la participación del Ministerio de Desarrollo Social de La Nación, en el que se evaluaron a 23791 hogares.
Aunque la cifra esta por debajo de la que se maneja a nivel global, con un 80% de niños maltratados encabeza la lista Haiti, Jamaica y Trinidad y Tobago, en La Nación el 53% de los padres aseguró usar el castigo físico como método para moldear la conducta, mientras que un 62% usa maltratos de tipo verbal y ofensas.
Las cifras generan preocupación por parte de la Unicef pues afirman que los padres reconocen que no deben maltratar a sus hijos, por lo tanto apuestan a la presentación de alternativas para fomentar la crianza saludable sin maltratos de ningún tipo.