Vittorio Rosti es un exjugador de rugby rosarino que disputó tres mundiales juveniles (2013, 2014 y 2015) con Los Pumitas. En 2016 con tan solo 20 años y un futuro prometedor en el deporte, tomó la decisión de abandonar este deporte para dedicarse de lleno a su carrera universitaria.
En ese sentido, meses antes contó a su familia, amigos y compañeros del club, su orientación sexual. Ángel de Brito lo invitó al piso de LAM para que cuente su experiencia. El conductor le preguntó qué le llevó a contarlo todo.
“Me imagino que habrás pasado mucho tiempo pensándolo y también carburando y escuchando cosas a tu alrededor que te empujaron un día a decir ‘basta’”.
El exjugador respondió que, si le llevó tiempo, primero les contó a sus amigos y después lo dijo en su casa. Relató que, un día al aumentar los rumores y ya harto de esconderse dijo que era gay.
“Y un día, ya viste, los rumores corren muy rápido, en el club, en el ambiente en que te movés, en todos lados las noticias corren. Entonces un día un amigo viene y me pregunta: ‘Che, ¿qué onda esto que se comenta?’ Y yo ya estaba harto. Yo ya tenía amigos gays, y me juntaba con ellos, subía fotos. Tenía 19 años cuando salí del clóset, hoy tengo 25”.
A continuación, el conductor agregó que, existe mucho perjuicio en los clubes. Estos son lugares machistas. En el deporte que sea, fútbol, rugby, entre otros, hay más prejuicios que en otros ambientes.
“Si porque viste la típica de que el gay no puede hacer deporte. Que no sirve. Hay una visión de que tiene que ser macho. Y no es solamente en el rugby, pasa en todos los deportes. Es más, en estos días me estuvieron escribiendo chicos que hacen judo, que hacen voley, hasta por ahí chicos que patinan, que por más que sea un ambiente mucho más abierto en ese sentido, tienen ese miedo a contarlo”.
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Vittorio Rosti contó a Ángel de Brito que fue difícil contarle a su familia que era gay
De Brito le consultó si el mayor miedo fue contarle a la familia. Vittorio relató que el mayor miedo es contarlo a la familia. Después, si hacen algún deporte, está el miedo de contarlo en el club.
“Piensan, ‘¿qué va a pasar?’, ‘¿mis compañeros qué van a decir?’, ‘no me van a respetar más’. Si tengo alguna posición alta, que se yo, ponele, hay algunos que son capitanes. A mí me ha tocado capitanear en algunas ocasiones y sentir esta responsabilidad como ‘yo no sirvo para ser capitán, para ser líder’”.
De inmediato Ángel le consultó si sintió algún tipo de discriminación en el deporte. Para responder el exjugador contó una anécdota en la que recordó que una vez fue víctima de algún comentario en Twitter cuando regresó a la cancha luego de un corto retiro.