Un certificado SSL es un instrumento de seguridad digital y, como tal, cumple un rol muy importante. Su implementación garantiza al usuario que se trata de un sitio legítimo y seguro, donde puede ingresar su información con la garantía de que esta no será filtrada.
Un protocolo de seguridad web de este tipo cifra la información que viaja desde los navegadores de los usuarios al servidor, en uno y otro sentido. Es, por lo tanto, uno de los pilares esenciales que las empresas tienen para garantizar el resguardo y protección de datos sensibles, así como, también, una buena y segura experiencia de usuario a sus clientes.
¿Todas las páginas web utilizan el mismo certificado SSL?
Existen varios tipos de certificados SSL, estos brindan diferentes niveles de seguridad y se ajustan a las necesidades de cada corporación así como, también, a las exigencias de su actividad.
Sitios web más sencillos pueden instalar un certificado de validación de dominio y contar con un nivel básico de protección, que garantice el cifrado de la información y el visto bueno de los motores de búsqueda.
En cambio, en sitios donde se exigen datos personales y bancarios de los usuarios, o bien la gestión de una contraseña, el nivel de protección y de confianza requerido probablemente sea mayor. Un certificado de validación de organización o un certificado de validación extendida pueden ser los más pertinentes en estos casos.
También, aquellas entidades que cuenten con más de un dominio pueden optar por esta alternativa de seguridad digital, instalando un certificado de validación multidominio.
Es aconsejable consultar con expertos en seguridad digital, como CertiSur, para contar con un asesoramiento personalizado y elegir el certificado SSL que mejor se ajuste a las necesidades de tu sitio web.
¿Qué pasa si no tengo un certificado SSL?
Los certificados SSL cuentan con una fecha de expiración establecida. En caso de quedar este protocolo inactivo, o bien estar ausente por completo, los usuarios y el propietario del sitio web están expuestos a serios riesgos.
El mayor, probablemente, es el robo y uso indebido de información sensible de los usuarios. Esto puede implicar la suplantación de identidad y acarrear graves consecuencias económicas y legales para una entidad.
La reputación e imágen de una empresa también puede verse afectada ante incidentes o contingencias de este tipo. Incluso, también afecta al posicionamiento orgánico del sitio web. Ya que los motores de búsqueda, como Google, penalizan a los sitios que no cuentan con el estándar de seguridad predeterminado, el HTTPS.
Del mismo modo, ante el vencimiento o falta del certificado SSL, Google genera de forma automática advertencias y mensajes de error. Estos indican que la conexión no es privada y que podría, por lo tanto, poner en riesgo la integridad del usuario. Quien, entonces, optará por abandonar su intento de ingresar al sitio.
¿Cómo saber cuál es el certificado que necesito para optimizar la seguridad de mi sitio web?
Como mencionamos, existen diferentes protocolos de seguridad web que responden a diferentes exigencias. No obstante, contar con un certificado SSL, más allá del nivel de seguridad del que se trate, es una prioridad de las entidades.
Ello se debe no solo a la protección de la información que garantizan sino, también, por la posibilidad de identificación corporativa que estos validan. De esta forma, la empresa no sufrirá el riesgo de que su sitio oficial sea suplantado con fines ilegítimos.
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