El presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, volvió a desafiar al coronavirus en su país. Ello lo hizo al pasearse a caballo en un acto, mientras la cifra de muertes llega casi a 30 mil.
En ese marco, Bolsonaro paseóa caballo ante las masas, y apareció montando en un acto junto al Palacio presidencial de Planalto en Brasilia. Recorrió varios metros junto a sus guardaespaldas, además de cargar en hombros a dos niños.
Asimismo, el presidente se encontró con los ciudadanos que le muestran su apoyo.También halló protestas contra su Gobierno. A su vez, sin usar mascarilla, Bolsonaro saludó a decenas de simpatizantes que le gritaban “¡mito, mito, mito!”. Todo ello ocurrió mientras se aglomeraban contra una baranda en la Plaza de los Tres Poderes, frente a la presidencia.
Vale señalar que, con 210 millones de habitantes, Brasil es el cuarto país con más muertos por covid-19, al registrar el sábado 28.834 fallecidos. El gigante sudamericano está muy cerca de sobrepasar las 500.000 personas con contagio, la segunda cifra más alta del mundo después de Estados Unidos, con casi 2 millones de casos.
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Jair Bolsonaro alcanzó un índice de rechazo record por su actuación ante la pandemia
La crisis sanitaria convirtió al país en uno de los principales focos de la pandemia de covid-19, que se conjuga con una aguda crisis política.Los dos estados con más muertos y casos son San Pablo y Río de Janeiro, con sistemas sanitarios casi al límite de su capacidad.
Por consiguiente, las manifestaciones en respaldo al mandatario son frecuentes en Brasilia. Incluso este domingo la concentración fue en contra del Supremo Tribunal Federal (STF), al cual los manifestantes dedicaron pancartas como “Abajo la dictadura del STF”.
Según trascendió una encuesta, el índice de rechazo a Bolsonaro alcanzó un nivel récord de 43%. Partidarios y detractores del mandatario en tanto, se enfrentaron en medio de unos violentos disturbios que dejaron varios heridos.
De igual forma, se dio a conocer que los incidentes ocurrieron en San Pablo, donde se convocaron actos por parte de lo que se llamó “bolsonarismo” y también por grupos opositores del líder, que se concentraron contra el “autoritarismo”.