Un compost casero es una excelente forma de reutilizar la basura, a la vez que le damos un sustrato sumamente nutritivo a nuestras plantas.
Aproximadamente la mitad de los desechos que los humanos producen día a día están conformados por residuos orgánicos, como pueden ser cáscaras de frutas, tallos, verduras o cáscaras de huevo.
Dichos desechos están cargados de nutrientes sumamente valiosos para las plantas. Sería una verdadera lástima tirarlos a la basura así sin más, cuando podrían ser devueltos a la misma tierra de la que provienen.
¿Qué debe contener un compost casero?
Los compost pueden tener los más diversos tamaños y formas, pero hay elementos que son indispensables para hacerlo funcionar correctamente.
En esencia, hay dos elementos clave, además de la tierra, que le dan forma a un compost casero, y que le permiten expulsar todos sus nutrientes para ser aprovechados por las plantas.
El primero de ellos son los desechos secos. Estos incluyen las ya mencionadas cáscaras de huevo, pero también pueden contener elementos como cáscaras de maní, fósforos, hojas, ramas, e incluso papel y cartón.
Los desechos secos deben ser combinados sin excepción con desechos húmedos, como frutas, verduras, yerba, café o té.
Podemos ayudar a los desechos a desintegrarse más fácilmente si en vez de verterlos completos en la compostera, los cortamos antes en pequeños trozos.
Cuidado: esto no significa hacerlos polvo, solo reducir un poco su tamaño para facilitar la descomposición sin perjudicar los nutrientes.
Como extra, mucha gente también elige, a la hora de preparar un compost casero, integrar lombrices.
Estos insectos brindan una gran ayuda, siendo los encargados de digerir y procesar los nutrientes de los desechos, integrándolos con la propia tierra y dejándolos servidos en bandeja de plata para que las plantas puedan acceder a ellos.
¿Dónde debo poner mi compost casero?
Para el cuidado de un compost casero, la luz no es indispensable, como sí ocurre con las plantas. Recordemos que lo que se busca en un compost es descomponer.
Lo más importante a tener en cuenta son los niveles de humedad. Estos no deben ser superiores al 50%, y la forma de verificar esto es viendo si chorrea o no. Si no lo hace, es que la cosa va bien.
Pero el compost casero tampoco debe verse seco, hay que hallar un equilibrio entre ambos estados.
A su vez, lo ideal es que el compost se encuentre en un lugar cuya temperatura oscile entre los 15 y 25 grados Celsius.
¿Qué otros beneficios tiene el compost?
Además de brindar una gran cantidad de nutrientes a las plantas, hacer un compost casero es una excelente forma de ayudar al medio ambiente.
No solo se reutiliza la basura, evitando que acabe apilada en basureros, sino que también es una excelente manera de ahorrar agua.
Un compost casero puede retener grandes cantidades de agua, por lo que, a la hora de usarlo para abonar las plantas, ya se las estará hidratando.
Esto reducirá enormemente el consumo de agua en el hogar, lo cual es sumamente beneficioso para el medio ambiente.
¿Alguna vez probaste hacer un compost casero? ¿Te dio resultados? Compartí tu experiencia con nosotros en los comentarios.
Para conocer más sobre jardinería y cómo vincularla a tu vida cotidiana, te invitamos a leer el siguiente artículo: Paso a paso para cultivar cilantro y hacer tus comidas más especiales