Novak Djokovic se prepara para regresar al circuito, acompañado por Andre Agassi, y recientemente sumó un argentino a su equipo de trabajo: el fisioterapeuta Ulises Badio.
Badio nació en Córdoba pero, hijo de padre italiano, se formó como fisioterapeuta en Motta di Levenza, una comunidad de Véneto, y trabajó en el Ospedale Riabilitativo di Alta Specializzazione. Después de un curso de especialización en medicina del deporte en Estados Unidos y de otro para el tratamiento de patologías en el hombro, empezó a formar parte del staff de terapeutas del circuito ATP.
«En los tenistas la parte más vulnerable es la de los tendones del hombro», reveló en una nota con el diario italiano La Tribuna di Treviso hace un tiempo. Y, en su labor como fisioterapeuta de la ATP, tuvo la suerte de tratar a campeones como Rafael Nadal y Roger Federer.
Ahora atenderá a Djokovic a tiempo completo. Además de Badio, el serbio contará con un nuevo preparador físico, el italiano Marco Panichi.
Pausa forzada
Djokovic, de 30 años, contrató a Agassi en mayo de 2017, meses después de romper con el alemán Boris Becker tras tres años de exitosa relación. Y su trabajo con el estadounidense continuará después de la inactividad por la lesión en el codo.
A finales de julio, el serbio resolvió que no jugaría hasta 2018 por la lesión en el codo derecho. Esta dolencia no es nueva para el tenista, quien arrastra dolores en esa zona desde el último año y medio.
Djokovic se vio obligado a retirarse durante el partido de cuartos de final de Wimbledon contra el checo Tomas Berdych, a principios de julio, y ya después de ese encuentro afirmó que se planteaba «una pausa» para recuperarse.
Se espera que regrese en enero en Australia, cuando dejará de estar en el top 10 por primera vez en una década.